Nada puede impedir que me traiga conmigo energía que derrochar.
Mis ideas en orden, ningún horizonte se alcanza antes de empezar.
Como una semilla que quiere vivir, que germina en un barrizal,
voy creciendo sin prisa y me invade la risa que me quiere acompañar.

Lo que aprendí de tanto errar puede ayudarme a mejorar
Me trajo hasta aquí por bien o mal prometiendo libertad.
Una cicatriz recordará cómo distinguir lo que es real
Corto de raíz el malestar hasta que vuelva el viejo huracán.

Ya hace tiempo que me di cuenta que el mundo no está contra mí.
Porque a nadie le importa, nadie recuerda.
Pero aun así, cuando alguien me enerva vuelve la rabia que me sabotea.
Vive dentro de mí luchando por salir, su fuerza quiere mostrar.
Su habilidad hostil, su crueldad sutil finge asertividad.

Es la hora, tu sano criterio se va. Es la hora en que he vuelto y no quiero parar.
Siento enemigo a quien tengo ante mí, ya estoy dispuesto a atacar.
Cada argumento me puede servir para poderlo aplastar.
Seré tu defensor (o mi saboteador).

He tardado una vida entera en esconderlo, en neutralizar
el fuego que todo lo quema, todo destruye, todo estropea.
Vive dentro de mí luchando por salir, su fuerza quiere mostrar.
Su habilidad hostil, su crueldad sutil finge asertividad.
Ríe, esgrime sin piedad. Te enfrentará. Tu entorno envenenará.

Sólo puede impedirme seguir mi camino el demonio que dejo atrás.
Arreglando el desorden, buscando mi norte probando volver a empezar.
Ese lado oscuro que habita en mí seguiré intentando calmar
Aceptando el pasado y poder perdonar lo que ya no se puede arreglar.

Lo que aprendí de tanto errar puede ayudarme a mejorar
Me trajo hasta aquí por bien o mal prometiendo libertad.
Una cicatriz recordará cómo distinguir lo que es real
Corto de raíz el malestar hasta que regrese el viejo huracán.

Y sienta enemigo a quien tengo ante mí, ya estoy dispuesto a atacar.
Cada argumento me puede servir para poderlo aplastar.
Seré tu defensor (o mi saboteador) seré tu protector (o mi saboteador).